Descubre una ruta por la montaña de Palencia, sencilla, para toda la familia y con un desnivel suficiente como para disfrutar de las hermosas vistas de la Cordillera Cantábrica.

Era una mañana de sábado, fría y con el cielo en un azul intenso. El sol ya avisaba de que sus rayos iban a brillar durante todo el día. Como buen fin de semana en plena campaña de invierno, por estas tierras del norte de Palencia, unos pocos amigos y yo decidimos dedicar la mañana a ejercitarnos un poco (todos sabíamos que la noche iba a ser otra cosa 🍺). ¡Así que qué mejor que una ruta por la montaña palentina!

Decidimos probar la ruta que subía a la Peña Tremaya (1.438 m). Reunía las características idóneas para realizarse en no más de 2-3 horas y el esfuerzo era medio-bajo.

Ruta por la Montaña Palentina, Peña Tremaya.
Camino en la subida a Peña Tremaya y, al fondo, el pico de Peña Tremaya.

Comenzamos dejando el coche aparcado en el pueblo de Tremaya (siempre en algún lugar donde no moleste a ganaderos, habitantes y vehículos). Desde el pueblo iniciamos la ruta por la carretera, retrocediendo sobre nuestros pasos, hasta dar con un camino a mano izquierda. Ahí, comenzamos el ascenso dirección sur por un camino.

El primer esfuerzo es lo más duro que vas a encontrar en toda la ruta. Al terminar esta primera subida, ya estarás a vista de pájaro.

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Nevero y vistas en la subida a Peña Tremaya, Montaña Palentina.

Una vez llegamos a la falda de la peña, rodeamos por la parte derecha (o la parte que da la sombra en la mañana). Para nuestra sorpresa, en estas fechas todavía quedaba algún nevero.

¡Y vaya que si nevero! En la parte donde nunca daba el sol, llegabas a meterte hasta las rodillas.

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Nevero en la subida a Peña Tremaya, Montaña Palentina.

Creo que esta parte de la ruta fue la que alargó el tiempo que habíamos estimado. No pudimos evitar hacer alguna trastada con la nieve. Pudimos disfrutar de algún resbalón que otro 😁. Pero sobre todo, las vistas que ya se empezaban a disfrutar de la cadena montañosa formada por el Peña Labra (2.018 m), Pico Tres Mares (2.149 m) y El Cuchillón (2.174 m).

Ruta por la Montaña Palentina, Peña Tremaya.
Vistas desde la peña Tremaya.

 Continuamos rodeando la peña por la parte trasera, haciendo un forma circular sobre su falda. Hasta llegar arriba, donde una caseta de vigilancia contra incendios de la Junta de Castilla y León custodia el panorama. ¡Era el momento del almuerzo! 🤞(Bendita montaña, qué hambre das).

Éramos un grupo de 6 personas y Coyote (un perrito). ¡Ah!, también un mastín que se unió desde el principio. Teníamos comida para otros 6, pero no quedó nada. Hasta una botella de licor de café subió esa peña. Estamos preparados para el fin del mundo… 🤣

Ruta por la Montaña Palentina, Peña Tremaya.
Nevero y mastín en la Ruta Peña Tremaya. Foto de Sara Campo

Cuando recuperamos fuerza, era el momento de bajar. El descenso se hace caminando sobre tus pasos. Y en el punto donde se encuentra una casa de campo, se decide si bajar a Tremaya directamente por el camino o, como hicimos nosotros, tirar a mano derecha y bajar por el otro lado de la peña.

Escogimos el camino feo, el de los matorrales y los árboles enredados, con nieve derritiéndose y en bajada… Lo demás se lo pueden imaginar jajaja.

El equipo llegó sano y salvo hasta una tierra de pasto al lado de la carretera que une la carretera de San Salvador de Cantamuda con Tremaya. Atravesamos un puente y, pasito a pasito, caminamos por la carretera en dirección Tremaya. Parece corto pero a mí se me hizo más largo que subir a la peña. Quizá porque era todo en llano.

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Equipo de la ruta Peña Tremaya en la Montaña Palentina

Finalmente, llegamos a nuestros coches. Era la hora perfecta para tomar el vermú (como decimos nosotros). Un vermú que empezó con una ronda de cervezas en San Salvador de Cantamuda y terminó con una buena comida en el restaurante La Taba probando su menú degustación. No puedo decir más que lo prueben. Soy de montaña, de la comida de la abuela y de platos tradicionales. ¡Esto fue un festín!

Así, es como mis amigos y yo nos dedicamos a hacer turismo de montaña. No es de extrañar que, cada vez que me escapo a mi tierra, esté como loca por subir a mi Montaña Palentina. ❤

S.

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